30 de mayo de 2008

¿Qué es la Montaña?

¿QUÉ ES LA MONTAÑA?

Montaña: (del latín montanea, de mons, montis) es una eminencia superior a 700 metros respecto a su base, es decir, una elevación natural del terreno. Las montañas se agrupan, a excepción de los volcanes, en cordilleras o sierras.

Obviamente esta definición tan objetiva dista mucho de lo que nosotros entendemos por Montaña.

Según a quién preguntes, obtendrás una respuesta u otra, desde las más existenciales hasta aquellos que simplemente no saben qué decir.

Es posible que en las definiciones de cada uno tenga mucho que ver el tipo de montaña que practique, encontrándonos con la inevitable tendencia de hacer separaciones: Alpinismo, Alta Montaña, Senderismo, Trekking, Escalada deportiva, clásica, Vías ferratas, Carreras por Montaña, etc.

Pero, ¿qué pasa cuando intentamos establecer esta división? ¿Acaso podemos practicar una disciplina de forma única sin que esta lleve implícita las otras? ¿Se puede practicar la Alta Montaña sin hacer Trekking y escalada en una misma salida?

Entonces, dada esta disyuntiva surgen las preguntas “Qué es cada cosa y qué no lo es y hasta donde llegan unas y empiezan las otras”.

Yo, personalmente no soy partidario de estas clasificaciones, que en muchas ocasiones pueden resultar elitistas, sobre todo porque uno no puede dedicarse sólo a escalar bajando del coche y apareciendo a pie de vía. La mayoría de las veces hay una aproximación: un Trekking.

De la misma forma se hace complicado decidir qué es Alta Montaña y qué es Alpinismo. Se entiende por Alta Montaña cuando superamos los 2000m de altitud, aunque más bien deberían ser paisajes de Alta Montaña. Os puedo asegurar que a 1900m en Javalambre se encuentran condiciones mucho más severas que en Pirineos a 2500m muchas veces, y las he pasado putas en ambos sitios.

Pero bueno, quedándonos con nuestra definición, Alta Montaña es a partir de 2000m de altitud. Asimismo se entiende también que el Alpinismo es cuando hay que escalar para alcanzar la cima, y de aquí ya surgen muchas preguntas…

Nadie dudará que hacer el K2 o el Everest es Alpinismo, pero, ¿acaso no lo es también hacer la cara N del Monte Perdido, el corredor de Swan o la Marmolada por la Cresta Oeste (vía ferrata)?. Aquí, es donde chocamos con los más puristas, que defienden que la montaña debe subirse tal y como estaba. Pero, ¿cuándo?, ¿la primera vez que se subió o cuando nosotros llegamos a ella? Obviamente tiene más mérito hacer un 8000 sin cuerdas fijas que con ellas, pero también implica mucho más riesgo. ¿Está el purista dispuesto a asumirlo o prefiere colocar cuerdas fijas y tener una vía de escape que le salve la vida? ¿Quién puede hacer y quién no puede hacer qué cosas y llegar a qué sitios?, y, lo que es más importante, ¿quién va a decidirlo? ¿Quién ostenta el bagaje suficiente como para ello? ¿Quién se cree capaz de decidir cuáles son las fronteras de una u otra cosa menospreciando así el esfuerzo que todo aprendizaje lleva implícito y están realizando todos aquellos que quieren aprender?

No hay que anclarse en el ostracismo, pues los tiempos avanzan y surgen nuevas modalidades de deportes de montaña: vías ferrata, Dry Tooling, escalada en hielo, escalada deportiva, barranquismo, etc. algunas de estas especialidades son nuevas (Dry Tooling) y otras como el caso de las vías ferratas han sido recuperadas para un uso deportivo (en Europa la primera ferrata se remonta a 1843, y luego en la Gran Guerra se equiparon caminos y senderos en Dolomitas con fines militares, aunque las primeras ferratas en Dolomitas se instalaron en 1903).

Obviamente, no soy partidario de coser las montañas a peldaños, clavos, parabolts, manchas de magnesio… pero con cuidado se puede hacer todo, y todo cabe siempre y cuando no olvidemos la máxima prioridad: RESPETO A LA NATURALEZA.

Hay que ser conscientes de que en el momento en que nos ponemos las botas para salir al Monte estamos provocando un impacto. Nuestra responsabilidad es hacer que este impacto sea mínimo y no olvidar nunca quién vive allí realmente: animales y plantas. Nosotros sólo estamos de paso.

Si de verdad queremos ser tan puristas que no queremos, por ejemplo, vías ferratas, nuestro primer motivo debe ser el de proteger el entorno, el resto de motivos sobran o se pueden englobar en este. Como decía, si queremos ser tan puristas, deberemos estar dispuestos a escalar sin magnesio, a no erosionar la roca con el roce de nuestras cuerdas ni con nuestro paso, a no dañar las plantas, a no dejar clavos ni parabolts, a no utilizar ningún mecanismo que erosione o pueda erosionar o fracturar la roca en caso de verse sometido a tensiones o cargas (friends, por ejemplo), a respetar totalmente las zonas de nidificación, a llevarnos con nosotros toda nuestra basura (incluidas cáscaras de plátano o mandarina), a hacer barranquismo sin equipar los rápeles, a hacer espeleo sin utilizar carburo ni equipar las cabeceras, a no equipar vías de deportiva, a hacer alpinismo sin oxígeno y sin cuerdas fijas, a no transitar por crestas o terrenos descompuestos para evitar la erosión, a olvidarnos de las ferratas y los anclajes químicos, a utilizar insecticidas que al lavarnos contaminan las aguas (como puede ser el caso del Relec), etc.

Si no estamos dispuestos a hacer esto, no seamos tan puristas y respetémonos todos y el proceso de aprendizaje de cada uno y que cada disciplina conlleva. Eso sí, hagámoslo con responsabilidad y de forma sostenible.

Y si queremos ser puristas, entonces tendremos que quedarnos en casa.

1 comentario:

ADMINISTRADOR dijo...

Despés de leer esto, no queda otra cosa más que animar a hacer comentarios, pues esto es un blog de todos y para todos.

No se trata de que tire la primera piedra el que este libre de pecado, sino el que lleguemos a un clima de convivencia que este a la altura de los objetivos que nos marcamos y a veces conseguimos.

Tal vez sea más fácil subir en verano que en invierno a un lugar, pero recordemos que hasta las vias de escalada son graduadas de forma subjetiva. Así pues, queda abierto un tema y unos puntos de vista que podemos no querer hablar, pero no podremos negar que en el fondo, todo el mundo tiene su visión...

El espíritu de un grupo lo forma el grupo, y su forma de pensar.
Sería deseable que todos supieramos expresar las ideas de este mismo modo; tendríamos un mundo mejor tanto aqui y como allí arriba.